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viernes, 6 de agosto de 2010

Almacenamiento geológico profundo en el mundo (AGP)


Los residuos radiactivos son uno de los grandes problemas de las centrales nucleares. Estas instalaciones conservan sus propios desechos, pero su capacidad es limitada y acaban por llenarse. Una de las posibles salidas es el ATC (Almacén Temporal Centralizado), como el que se construirá en España en breve y que ya se utiliza en países como Holanda.

Sin embargo, los ATC tienen una vida media de unos 100 años, mientras que los residuos de alta actividad de las centrales pueden durar decenas de miles de años. Por ello, otra posible solución que se baraja son los almacenes geológicos profundos (AGP). Su objetivo consiste en aislar bajo tierra grandes cantidades de estos residuos el tiempo suficiente para que desaparezca su radiactividad, y evitar así que contamine el medio ambiente.
En la actualidad, Estados Unidos es el único país del mundo con un AGP. Se encuentra en Nuevo México (EE.UU.) y su objetivo es la conservación de sus residuos radiactivos militares.
España apuesta en principio por el ATC, y ve un posible AGP como una solución lejana. Por el contrario, otros países estudian la creación de un AGP para el aislamiento de los residuos de sus centrales nucleares. Finlandia, Suecia y Francia cuentan con los proyectos más avanzados, que podrían hacerse realidad entre 2020 y 2025.
Ventajas e inconvenientes de los almacenes permanentes de residuos nucleares

Los defensores de los AGP aseguran que su tecnología ofrece la máxima seguridad posible hoy día y son capaces de aguantar el tiempo necesario. Sin embargo, sus detractores recuerdan que la Tierra es un planeta cambiante y no se puede saber qué ocurrirá de aquí a unos miles de años en su subsuelo. De hecho, los posibles emplazamientos de algunos AGP se han desestimado por la falta de garantías a largo plazo.
Por su parte, algunos expertos consideran un error estos almacenes permanentes, ya que esperan en las próximas décadas un avance tecnológico que reduzca la radiactividad de los residuos e incluso los reaproveche.

En cualquier caso, el debate de los residuos nucleares seguirá abierto. Aunque se decidieran parar todas las centrales, sus desechos seguirían siendo un problema. Cada año se generan en el mundo unas 10.500 toneladas de residuos radiactivos, suficientes para llenar un campo de fútbol con una capa de un metro y medio. Y cabe recordar que en Europa casi un tercio de la electricidad que se consume procede de la energía nuclear.

Cómo es un almacén geológico profundo nuclear

Un AGP cuenta con varias barreras de aislamiento para evitar que la radiactividad y el calor residual del combustible nuclear usado puedan afectar el medio ambiente: la primera barrera utiliza un cilindro de cobre y acero para encapsular los residuos, la segunda es de arcilla bentonita para impermeabilizar y filtrar, y la tercera es el lecho de roca del subsuelo. Los terrenos más estables y que pueden ofrecer mayores garantías de seguridad son los de tipo salino, arcilloso o granítico. La profundidad a la que se ubican estos silos es de unos 500 metros.

2 comentarios:

  1. Debemos tambien preocuparnos de los residuos de las pilas que son muy contaminantes.

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  2. Es increíble la poca conciencia que tenemos de la contaminación radiactiva.

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